Seguramente habrá oído hablar de Deméter, Hera o incluso Afrodita… Todas ellas forman parte de la gran familia de dioses o deidades griegas, quienes, en los mitos antiguos, poseen un poder superior al de los humanos.
The faithful aren’t entirely selfless in dedicating prayers and offerings to them, as they seek the favour of the deities. Each god or goddess offers their protection in an aspect of life.
So, what supernatural powers do the female goddesses have?
En el mundo del Mediterráneo antiguo solían asociarse a los siguientes aspectos:
La influencia de estas figuras de la Antigüedad trasciende el tiempo, ¡incluso aparecen en unos famosos dibujos animados!
En los mitos antiguos, las deidades son entes que poseen un poder superior al de los humanos.
Las «vírgenes vestales» reciben su nombre de la diosa Vesta, protectora del hogar. Para los romanos, en el hogar ardía un fuego de especial importancia, el que se usaba para preparar las comidas.
Las sacerdotisas consagraban su vida, juntas, a adorar a esta diosa con el fin de proteger la ciudad de Roma. ¿Cómo lo hacían?
Disfrutaban de ciertos privilegios por cumplir su deber en aras del interés público. En particular, eran autónomas: estaban libres de la tutela paterna o matrimonial, a diferencia de otras mujeres romanas.
En la Antigua Roma, las vírgenes vestales eran las sacerdotisas de Vesta, diosa del fuego y del hogar.
Aunque estaba fuera del alcance de las vírgenes vestales, el amor da a muchas deidades su sentido. Pero no significa lo mismo para todas ellas…
Veamos este ejemplo, que presenta dos mitos sobre Ishtar e Isis.
Ishtar, la diosa del amor sexual, tuvo múltiples conquistas amorosas. Intentó seducir a Gilgamesh, pero este se resistió a sus encantos. Su rechazo desató en ella una ira ciega. Envió un furioso toro contra él y su venganza cayó sobre miles de inocentes.
Isis, la diosa del amor conyugal. Su esposo, Osiris, fue asesinado por su propio hermano, quien lo desmembró y repartió los pedazos por todo el mundo. Isis se dispuso a buscarlos y consiguió reunir el cuerpo completo de su marido. A continuación lo envolvió en un sudario, como una momia. ¡Qué esposa tan devota! Isis se representa aquí protegiendo a Osiris, envuelto en un sudario.
Las deidades asociadas con el amor pueden representar la faceta sexual, como Ishtar, o el amor conyugal, como Isis.
Venerada en el Antiguo Egipto, es (entre otras cosas) la diosa de la fertilidad.
Las mujeres embarazadas llevaban amuletos en su honor para protegerse del riesgo de aborto espontáneo y de morir durante el parto. El embarazo, hasta hace poco, representaba una fase extremadamente peligrosa en la vida de una mujer, por lo que convenía tener el favor de los dioses.
Esta deidad es tan importante que se encuentra en toda la cuenca mediterránea.
Podemos reconocerla en este altar de la Antigua Roma por el instrumento musical que lleva en la mano. Se trata de un sistro, utilizado en Egipto durante las ceremonias en su honor.
En la Antigüedad, Isis, la diosa egipcia de la fertilidad, se veneraba en lugares tan lejanos como Roma.
Isis, ¡de nuevo!, representa otro personaje, el de la figura materna, y no es la única en hacerlo.
Históricamente, las mujeres se han asociado con frecuencia a la figura materna. Este tipo de imagen de la madre y la criatura trasciende el tiempo, las zonas geográficas y las religiones.
Echemos un vistazo a algunos ejemplos.
Las representaciones de una figura materna que cuida de su retoño han trascendido las fronteras geográficas y las distintas épocas.
En contraste con todas estas virtuosas figuras mitológicas, Medea encarna aspectos mucho más oscuros. Esta mujer se volvió maquiavélica para vengarse de un marido infiel, hasta el punto de matar a sus propios hijos.
El dramaturgo griego Eurípides relata este mito en su tragedia titulada «Medea». Esta historia ha viajado mucho, ya que puede encontrarse, por ejemplo, en papiros egipcios.
La figura de Medea se ha examinado en numerosas ocasiones en el arte y la literatura, en las que se arroja luz sobre las múltiples facetas del personaje: a veces asesina despiadada; otras veces, esposa herida, y también mujer culta y hechicera.
Si bien las mujeres se retratan a menudo como madres y esposas, ahora es el momento de descubrir otras representaciones y sus estereotipos.
La figura mitológica de Medea es la de una mujer maquiavélica que llegó a matar a sus propios hijos.
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